PEQUEÑOS GESTOS PARA UN HOGAR MÁS SOSTENIBLE
Con motivo del Día Mundial del Medioambiente, repasamos algunas sencillas acciones que podemos llevar a cabo en nuestros hogares para hacer de este planeta un lugar más habitable y duradero.
El planeta nos está lanzando señales inequívocas de que, si no adaptamos nuestra forma de vida, nuestro entorno, tal y como lo conocemos hoy, estará destinado a desaparecer. Los efectos del cambio climático se hacen cada día más evidentes. Según la NASA, la temperatura de la Tierra ha aumentado 1,18 grados centígrados durante el último siglo y la Organización Mundial del Medioambiente (OMM) predice que este aumento puede pasar a ser de 1,5 grados centígrados a partir de 2024. La mayoría de expertos están de acuerdo en que este calentamiento global está producido por nuestro modo de vida.
Si los efectos impresionan, las consecuencias atemorizan: la ONU estima que un millón de especies (animales y plantan) están en peligro de extinción y 22 millones de personas se han visto obligadas a desplazarse a causa de las sequías y las inundaciones. Este clima adverso está poniendo en riesgo los cultivos en un contexto en el que la superficie cultivable y el agua escasean al tiempo que se incrementa la población en todo el mundo.
Sin embargo, ante este desalentador escenario, existen pequeños gestos que cada uno de nosotros podemos llevar a cabo en nuestros hogares para luchar contra el cambio climático.
- Consume de forma responsable. Quizás esta sea una máxima un tanto generalista, pero sobre ella descansa la estrategia para ser más sostenibles. Consumir responsablemente comprende no solo consumir lo que se necesita y suprimir lo prescindible, también, que lo que consumamos cause el menor impacto posible al medio ambiente y que provenga de empresas socialmente comprometidas, tanto desde el punto de vista económico, social y medioambiental.
- Cada español genera 442 kilos de residuos de todo tipo al año, un 9% que la media de los europeos, según la Universidad EAE Business School. Por supuesto, no todos se reciclan. Según los últimos datos facilitados por Ecoembes, correspondientes al año 2020, los españoles enviamos a las plantas de reciclaje casi 1,5 millones de toneladas de envases domésticos de plástico, brick, metal, papel y cartón. De estos, cada español depositó en 2020 un total de 18,6 kilogramos en el contenedor amarillo y 19,3 kilos en el azul. Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero.
- Reduce el uso de plásticos. Por su versatilidad, durabilidad, flexibilidad, ligereza, su fácil manipulación y su bajo coste, el plástico se ha convertido en el tercer material más utilizado tras el acero y el hormigón. También es uno de los más contaminantes. Su aplicación la encontramos en, prácticamente, todos los sectores y ámbitos de nuestra vida, desde los envases, a la industria farmacéutica, transporte, maquinaria, construcción…Reducir su uso es una obligación inaplazable porque no solo contribuye a la pérdida de biodiversidad, sino que favorece los gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento global. Sustituir las bolsas de plástico por otras de tela o biodegradables, prescindir de plásticos de un solo uso –como platos, cubiertos, vasos, pajitas- o sustituir los envases de plástico por otros de vidrio son solo algunos pequeños gestos que podemos llevar a cabo en nuestras casas.
- Consume local. Los problemas de abastecimiento generados a raíz de la pandemia o los originados por la invasión rusa a Ucrania han puesto en el foco la necesidad de disminuir la dependencia de otros países, tanto a nivel energético, como alimentario, de consumibles o de materias primas. Promover el consumo local nos ayudará no solo a tener a nuestro alcance aquello que necesitamos, sino también, fomentará la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero al evitar el transporte de productos desde lugares lejanos.
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