SIN ESTRÉS EN CASA: 4 CLAVES PARA TU BIENESTAR
Mañana se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, y es un tema que cada día gana más relevancia entre las preocupaciones de la sociedad. Por ese motivo cada vez damos más prioridad no sólo a nuestro bienestar físico sino también emocional. Y para conseguir ese bienestar nuestro hogar juega un papel muy importante.
No a todo el mundo afecta por igual, pero, en general, los espacios ordenados, no muy recargados y con luz producen una especie de ‘masaje mental’ que calma e incita a la relación. Según los expertos, un entorno en el que miras a tu alrededor y te gusta lo que ves genera endorfinas, te hace sentir bien. Un espacio en el que a cada lugar que miras tienes una cosa por hacer o te quejas porque no te gusta, lo ves desordenado y te estresas por que piensas que no te da tiempo a ordenarlo, consigue todo lo contrario. En nuestro hogar pasamos lo que los psicólogos denominan ‘las horas vulnerables’, que es el momento en el que nos relajamos y recargamos la energía. Si ese proceso está devaluado a medio y largo plazo puede afectar mucho a nuestro bienestar emocional. A continuación, te presentamos una serie de consejos de expertos para potenciar ese bienestar en casa:
1. Piensa en lo que ves cuando está en el sofá y en la cama. Si nuestro dormitorio y salón nos lo permiten, lo ideal sería disponer la cama o el sofá en una posición que podamos mirar hacia la ventana, con amplitud de vistas al exterior. Si no nos lo permite, debemos pensar siempre en lo que vemos cuando estamos tumbados o sentados lo que implica, por ejemplo, no recargar esas paredes a las que miramos en ese momento y colocar en ellas muebles de baja altura, que otorgan más amplitud al espacio y crean un ambiente que invita al relax.
2. Deshazte de lo que no te gusta. Es muy importante que hagamos nuestro el entorno en el que estemos, que sintamos que nos identifica y que nos aporta lo que necesitamos. Cuando te des cuenta que algo no te gusta, actúa para cambiarlo lo antes posible. No pienses solo en los elementos que ocupan más espacio, sino también en las cosas más sencillas: recoge ese papel que se ha caído, tira ese boli que siempre lo coges y no funciona, quita de la vista esa figurita que te regalaron y no encaja contigo…. Un lugar que respire calma es posible y depende de ti.
3. No conviertas tu casa en un invernadero. Introducir plantas aporta conexión con la naturaleza, limpian y refrescan el ambiente. Sin embargo, no se recomienda que el hogar parezca un vivero, sólo introducir plantas en la decoración teniendo en cuenta la amplitud del espacio y la entrada de luz.
4. Perfuma tu casa con aromas que te hagan sentir bien. Tenemos infinidad de recuerdos asociados a los aromas. Cada persona tiene un registro inmenso de olores, que están unidos a emociones, a recuerdos. Es recomendable poner diferentes aromas en cada estancia, dependiendo del uso que se le de para potenciar lo que se hace en ella. Por ejemplo, notas frescas como la albahaca para la cocina, lavanda en el baño, sándalo en el salón, y notas de mimosa o jazmín en el dormitorio.
Fuente: Vogue