PREPARA LA HABITACIÓN PARA LA LLEGADA DEL BEBÉ
Son muchas las decisiones que los padres tienen que tomar ante la llegada de un bebé. No sólo tienen que elegir el nombre, también tienen que decidir qué tipo de habitación para el bebé quieren, qué muebles, colores y decoración van a incluir. Si estáis esperando a vuestro bebé y queréis saber cómo afrontar esta preparación, hoy os mostramos cómo preparar la habitación para la llegada del bebé.
Antes de empezar a hablar de colores o mobiliario, hay que tener en cuenta una serie de aspectos clave. Para empezar, si el bebé va a tener su propia habitación, deberíamos escoger aquella que esté más próxima a la de los padres. Esto es importante hasta mínimo los tres años, pues los pequeños pueden tener ansiedad por separación y se puede despertar varias veces por la noche. Se facilitará que los padres estén cerca para poder atenderlo, pero el bebé también sentirá que está más atendido si el recorrido de ambas habitaciones es corto.
Este cuarto, además, debe tener luz natural, o por lo menos intentar aprovecharla al máximo. No obstante, es importante tener cuidado y no colocar la cuna bajo la ventana. Asimismo, la temperatura ideal para la habitación infantil de un recién nacido es de 22º hasta los 24ºC. No obstante, por la noche podría descender hasta los 18ºC sin problema.
En cuanto a las paredes, una de las mejores recomendaciones es optar por pintura lavable no tóxica. Además, los colores que empleemos también son importante, tratando de que inciten a que nuestro hijo se relaje. Elegid, por tanto y en la medida de lo posible, colores neutros como el blanco o beige. También podemos escoger colores pastel como el salmón, melocotón amarillo paja etc. Los colores más fuertes podrían alterar el sueño del pequeño, aunque esto no significa que no podamos poner una nota de color con pequeñas pinceladas. Por ejemplo, podríamos incluir vinilos decorativos de pared con algún dibujo infantil o quizá alguna frase bonita. El nombre del bebé en vinilo, con algún color que destaque encima de la pared, también puede ser una opción interesante.
Uno de los mejores consejos que podemos daros en este punto es el de limitar al máximo el número de muebles de la habitación del recién nacido. Tened en cuenta que un bebé tan pequeño no necesita manipular nada. Por tanto, con una cuna, una cómoda y un cambiador sería más que suficiente. Quizá también sea interesante incluir un sillón de lactancia, incluso si no damos de mamar y damos biberón puede ser estupendo para las tomas nocturnas.
El colchón que usemos en la cuna debe ser firme y la ropa de cama tiene que ser preferiblemente de algodón 100%. El motivo es que la piel de los bebés es muy delicada y con este tejido logramos que transpire adecuadamente y evitamos alergias.
Recuerda que los muebles que usemos ahora, podrán acompañar a nuestros hijos durante sus primeros años, como las cunas que podéis encontrar en nuestro catálogo UP18, que pueden transformarse en cama a medida que van creciendo.
La instalación de apliques que regulan la intensidad de la luz puede ser una excelente opción para crear atmósfera y entrar en la habitación sin encender por completo las luces, algo que lo único que puede hacer es trastocar las horas de sueño del pequeño.
Recuerda, además, que también debes colocar enchufes para un futuro. Eso sí, para garantizar la seguridad de los más pequeños, es recomendable instalar esos enchufes lo más arriba posible. Si ya tienen una posición fija, no lo dudes, tápalos para asegurarlos; y es que en poco tiempo tu peque estará gateando y no son seguros para él.
Fuente: DecoPeques