COMO MANTENER EL CALOR A RAYA
En estas fechas en las que las temperaturas se mantienen altas durante el día y gran parte de la noche, existen varias alternativas para evitar una excesiva dependencia del aire acondicionado, que en ocasiones puede llegar a resentir nuestra salud con un incómodo catarro veraniego, al mismo tiempo que incrementa notablemente nuestra factura eléctrica.
Para ello es fundamental conocer la orientación de nuestra vivienda o lugar de trabajo para saber a qué hora y en qué partes da el sol con más intensidad.
El uso de persianas y toldos es fundamental para mantener el calor fuera de nuestra vivienda cuando las temperaturas son altas, manteniendo las persianas bajadas y los toldos extendidos en las horas en las que las temperaturas son más altas. Los toldos más eficaces son los que están fabricados con materiales acrílicos o microperforados. Los acrílicos filtran el 80 por ciento de los rayos UVA y son resistentes a desgarros, viendo y humedad. Por su parte los microperforados filtran hasta el 94% de los rayos UVA, permitiendo una mejor ventilación mientras evacúan el aire caliente que se acumula en la tela, ayudando a reducir la temperatura hasta 10 grados. Además de la calidad del material, también hay que tener en cuenta el color ya que los tonos oscuros neutralizan mejor los rayos UVA.
Lo mismo ocurre con las cortinas, pero en este caso es preferible elegirlas de colores claros ya que no atraen ni la luz ni el calor.
Si tienes oportunidad de cambiar las ventanas de tu vivienda es preferible invertir en instalar vidrios bajo-emisivos, los cuales retienen el calor en casa en invierno y evitan que entre durante el verano. La inversión económica es importante, pero su rentabilidad a medio plazo está asegurada.
Hay que prestar también especial atención a los tejidos que tenemos en casa. Es conveniente guardar las alfombras y elementos de telas sintéticas o de lana para evitar el calor durante estos meses, y sustituirlos por tejidos de lino o algodón en sofás, sillones y camas para refrescar el ambiente.
Hay que evitar en lo posible no utilizar los electrodomésticos que suponen una fuente de calor (horno, plancha, etc) en las horas centrales del día. En cuanto a iluminación, si utilizamos bombillas LED, consumirán menos energía y producirán mucho menos calor que las incandescentes.
Otro truco, igual de válido para invierno que para verano, es usar burletes para tapar los bajos de las puertas, impidiendo que entre la temperatura exterior, tanto frío como calor.
Además de los clásicos ventiladores, que mueven el aire y dan sensación de frescura, existen unas láminas solares que se instalan fácilmente en los cristales y pueden llegar a reducir hasta un 80% la entrada de calor en la vivienda.
Todos estos elementos complementan al aire acondicionado y ayudan a tener una temperatura fresca dentro de casa y a mantener la temperatura alcanzada durante más tiempo.
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