SU PRIMERA HABITACIÓN
A la hora de planificar la decoración de una habitación infantil lo ideal es pensar en soluciones versátiles, que se apoyen en un mobiliario transformable, que pueda adaptarse al crecimiento del niño y sus necesidades a cada edad.
La distribución del mobiliario marcará el uso y el aprovechamiento del espacio. La ubicación del armario y cómo colocar las camas es una decisión importante de cara a conseguir un dormitorio funcional que pueda ser disfrutado por nuestros hijos.
Hay tres momentos claves en el desarrollo del niño que debemos tener en cuenta desde el primer momento: bebé, comienzo del colegio y comienzo de la escuela primaria. En cada una de ellas las actividades y el espacio de almacenamiento serán ligeramente diferentes.
Por ejemplo, cuando son recién nacidos, el espacio se distribuye y se amuebla con el objetivo de poder atender al bebé con comodidad para los padres. El entorno estimula al bebé de forma visual y auditiva. Hasta los 3 años estás necesidades seguirán siendo muy similares y por lo tanto el mobiliario no requerirá grandes adaptaciones. Sin embargo, al comenzar el colegio y la primaria entra en juego la mesa para hacer los deberes y muebles para almacenar el material escolar, como estanterías y cajoneras.
Por este motivo, plantear un diseño a largo plazo te ayudará a rentabilizar la inversión inicial y hacer que para el niño estos cambios sean más suaves.
En cuanto a la ubicación del armario hay que procurar que no obstaculice la distribución del resto de elementos del dormitorio. Por ejemplo, instalándolo en un pasillo a la entrada del cuarto, al fondo o formando parte de una composición multiusos como las que puedes encontrar en nuestro catálogo UP18. Este tipo de composiciones son especialmente útiles si la habitación es pequeña, ya que los muebles sueltos generan demasiado espacio residual.
Si se coloca la cama centrada en el espacio y perpendicular a la pared anulará por completo el espíritu multiusos que debe tener un dormitorio infantil. La mejor alternativa es colocar la cama adosada a la pared por uno de sus laterales. En el caso de que la habitación sea compartida, lo mejor para evitar conflictos es contar con otro espacio independiente como cuarto de estudio o juegos, dejando el dormitorio para dormir y vestirse.
Si no es posible, las camas pueden servir como elemento para marcar los territorios, cada uno a un nivel o en un extremo diferente de la habitación. Si el espacio es redujo colocar las dos camas en nivel elevado hace que se puede aprovechar el espacio inferior como almacenaje o bien como zona de juegos o estudio.
Sin duda es necesario pensar a largo plazo a la hora de diseñar su primera habitación. En el catálogo Junior v.6 puedes encontrar esta y muchas otras soluciones para tu espacio.
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