VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE COMPARTIR HABITACIÓN
Muchos hemos tenido que compartir habitación con nuestros hermanos y los recuerdos de esa experiencia son difusos, no sólo por el tiempo que ha pasado sino también por la mezcla de recuerdos felices y otros no tanto. Los ratos de diversión y confidencias hasta las tantas de la noche se mezclan con el deseo de independencia y las ganas de que enviaran a nuestro hermano de campamento un par de semanas para tener todo el dormitorio para nosotros solos. Y es que, como casi todo en la vida, compartir habitación tiene una serie de ventajas y desventajas para nuestros hijos. A continuación, vamos a enumerar varias de ellas.
Como ventajas podemos destacar las siguientes:
– En primer lugar, el vínculo que se crea entre los hermanos suele ser mayor, ya que tienen un espacio común en el que compartir confidencias y juegos.
– Fomenta la solidaridad a la hora de compartir sus juguetes u objetos más preciados.
– Los celos entre hermanos tiende a disminuir, puesto que entienden que sus condiciones son igualitarias.
– Los hermanos se coordinan en hábitos y horarios, lo que es muy ventajoso para los padres.
– Los niños se sienten más seguros cuando se van a dormir al estar acompañados. Esto favorece el descanso y la relajación, disminuyendo sus miedos.
– Puede darles muchos momentos de diversión y juegos antes de dormir y al despertar.
La otra cara de la moneda nos presenta estas otras desventajas:
– Puede generarles inseguridad cuando no cuentan con la figura de su hermano a su lado, al haberse acostumbrado a su compañía.
– El despertar de uno de los hermanos puede alterar el sueño del otro. Aunque en ocasiones los niños se acostumbran y duermen plácidamente a pesar de los gritos o llantos de su compañero de habitación.
– Si pasan de dormir solos a compartir habitación les puede alterar las conductas del sueño hasta que se acostumbran a las nuevas rutinas.
– Puede hacerles menos independientes a la hora de tomar algunas decisiones en su día a día.
– Pierden en cierta medida parte de su identidad individual al no contar con un espacio propio e independiente. Por esto es importante que dentro del cuarto esté dividido en espacio para cada uno de los niños, que tengan su propia zona de responsabilidad.
– En la preadolescencia y en la adolescencia los expertos recomiendan que los niños tengan su propio espacio ya que a estas edades sienten una necesidad de intimidad y de individualidad que les ayuda a desarrollar su propia identidad.
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