¿DE QUÉ COLOR PINTAR UNA HABITACIÓN INFANTIL?
Según la psicología del color, el tono que escojamos para las paredes de la habitación infantil, puede influir positiva o negativamente en el estado de ánimo de nuestros pequeños. Si estás pensando en cambiar el color de la habitación de tu hijo, o ha llegado un nuevo miembro a la familiar y vais a decorar su dormitorio, os damos algunas ideas para que podáis elegir el mejor color para sus paredes y accesorios.
El color azul, según la psicología del color, es el más apropiado para transmitir paz. Es el color del cielo y los océanos. Un color que nos relaja al instante, también a los niños; y es que el color azul calma la mente y facilita mucho la concentración. Hay estudios que aseguran que el color azul es el que mejor nos hace descansar. Por tanto, puede ser una excelente opción a la hora de pintar una pared o escoger un papel pintado para destacar una pared de la habitación.
El color amarillo es muy peculiar en cuanto a su uso en las zonas de descanso. Es el color del sol y la luz. Da iluminación a las habitaciones infantiles, pero en su uso más intenso está contraindicado; y es que está demostrado que los niños lloran más. No obstante, las pinceladas de amarillo o los colores amarillos más cálidos y menos potentes son bien recibidos. Hay estudios que aseguran que el color amarillo, sin ser un amarillo vibrante, es el segundo color que más ayuda a conciliar el sueño. Crea un ambiente cálido y acogedor que es, ante todo, esencial para el descanso.
En cuanto al verde, dentro de los colores fríos es otra gran elección. Es el color de la naturaleza y la vida en general. Es un color que nos hace sentir seguros y que aumenta muchísimo el sentimiento de confianza en los peques. El verde, según la psicología del color, es el que mejor nos ayuda a descansar los ojos y también nos tranquiliza y reduce el estrés. En los niños más nerviosos puede ser un buen tono para favorecer la relajación. Asimismo, según algunos estudios, es el tercer color que mejor promedio de sueño da.
El blanco, según la psicología del color, es el que nos transmite inocencia, virtud y pureza. Es la clave para crear ambientes más luminosos y muy tranquilos. Las habitaciones infantiles en las que predomina el blanco, se crea una atmósfera de armonía y serenidad que también favorecen mucho el descanso.
LILA:
El lila, en todas sus variantes, es un color que transmite sabiduría y espiritualidad. También es un color asociado a la creatividad; y es que el color lila tiene muchos efectos positivos en las personas en este campo. Además, también relaza y reduce muchísimo la impaciencia, por lo que en habitaciones infantiles esto puede ser muy interesante.
No es conveniente usar colores muy potentes, por lo que cuando hablamos de marrón no hablamos de colores como el chocolate. Nos conecta con la naturaleza generando sentimientos de seguridad y confort. Es un tono que en habitaciones infantiles da equilibrio y crea ambientes acogedores.
El rosa es otro color muy empleado en habitaciones infantiles. Este color nos habla de estancias con cierto toque inocente, suave y cargados de salud. Es el color de la fantasía y de los sueños, por lo que también ayudará en el descanso de los peques creando espacios en los que poder dejarse llevar por el mundo onírico.
Fuente: Decopeques
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