CÓMO ELEGIR EL MEJOR EDREDÓN

Si has ido alguna vez a comprar un edredón o relleno nórdico seguro que has dudado sobre cuál llevarte. A fin de cuentas a primera vista parecen todos iguales. Pero no, para llevarte el edredón adecuado debes tener en cuenta aspectos como el tamaño de la cama, el tipo de relleno (puede ser natural o sintético), el gramaje (este punto es el que define su capacidad para ofrecer más o menos calor) y, por supuesto, el mantenimiento que requiere.

El relleno, ¿sintético o natural?

Tradicionalmente, los edredones iban rellenos de plumones de pato o de oca (y de ahí su gran ligereza frente a las mantas), pero en la actualidad podemos optar por soluciones sintéticas que imitan al relleno natural.  Por un lado, los edredones con rellenos sintéticos tienen un precio mucho más económico que los edredones con rellenos naturales. Y además, también son más fáciles de mantener, ya que la mayor parte de ellos podemos lavarlos en la lavadora. Por otro lado, suelen retener menos ácaros o bacterias, y de hecho, muchos ya incluyen tratamientos contra los ácaros.

En el caso de los edredones de plumas naturales, tienen como ventaja que es un material muy ligero y aislante que nos protege del frío sin que pese. Cuando mires la etiqueta, deberás comprobar el porcentaje de plumón que incluye, ya que cuanta  más cantidad de plumones contenga, más capacidad aislante tendrá. Además de que suelen ser más caros que los rellenos sintéticos, los edredones de plumones naturales necesitan ser mantenidos de manera profesional.

Es importante diferenciar entre pluma y plumón. Los rellenos de pluma utilizan la pluma entera, incluyendo el cañón (el palito central de la pluma), mientras que el plumón es  lo que queda cuando se ha retirado esa parte central.  Los rellenos de plumón son los de mayor calidad, y en consecuencia, los más caros. Y si las aves proceden de las zonas frías del norte de Europa, suelen ser de mayor calidad.

La medida y el gramaje

Es muy importante comprobar que la medida es la ajustada para la cama, y evitar que se quede corto, o que sea demasiado grande. Lo más recomendable es dejar entre 20 y 30 centímetros más en cada lado.

Tras el tipo de relleno, el gramaje es otro de los aspectos que deberás comprobar en la etiqueta. Este punto determinará la capacidad aislante y calorífica. Cuanto más gramaje veas en la etiqueta, más te protegerá del frío. Además, la etiqueta también suele indicar para qué estación está aconsejado su uso. Los edredones para las épocas más frías,  deben tener entre 400 y 500 g/m2, estando recomendados para habitaciones con una temperatura menor a 15º. Los edredones medios, para habitaciones que tienen una temperatura de entre 15 y 18º, tienen un gramaje de entre 300 y 350 g/m². Y los edredones más ligeros, para temperaturas de entre 18 y 22º, suelen tener entre 175 y 250 g/m2.

Por último asegúrate del mantenimiento que debe tener el edredón. Especialmente, comprueba si puede lavarse en casa, o si debes llevarlo a la tintorería.

Fuente: Trendencias

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *